El peque de la casa poco a poco va creciendo y en su crecimiento, cada día que pasa va aprendiendo nuevas cosas. Muchas de ellas son muy importantes pues son hábitos que lo acompañarán durante toda su vida. Uno de estos hábitos es la alimentación. A partir de los 9 meses el bebé podrá empezar a comer por si solo.
Aquí los padres tienen un papel muy importante, tendrán que armarse de calma y paciencia y en poco tiempo se empezarán a ver los resultados. Las primeras veces será un poco tedioso pues lo más seguro es que el bebé se ensucie, juegue con la comida y coma muy poco, pero esto no debe impedir que siga practicando pues con un poco de esfuerzo aprenderá enseguida. La mayoría de los bebés disfrutan mucho de esta nueva capacidad, hay que dejarlos experimentar pues por su cuenta irán descubriendo nuevos sabores y texturas. Se necesita mucha destreza y precisión para conseguir llevar la cucharita con comida a la boca. Es bueno que al principio los padres ayuden al bebé y le coloquen la comida en la cuchara pues esto requiere un poco más de habilidad, y que luego ya sea él el que se la meta en la boca. Se recomienda también estas primeras veces que la persona que le dé de comer tenga otra cuchara para ir dándole la comida y que el niño lo vea y a la vez vaya aprendiendo.
Poco a poco podrá hacerlo solo y no hará falta la intervención de un adulto. Para comenzar a practicar es mejor evitar los alimentos líquidos como por ejemplo sopa o leche. Tiene que ser algo de más consistencia como yogures o purés, y con el tiempo ya podrá hacerlo con todo tipo de alimentos. Hay que armarse de paciencia, la hora de comer debe de ser agradable y relajada, y el bebé debe asociarla a un momento de placer. Aunque es bueno que lo asocie con un momento divertido hay que ponerle unos límites y no abusar de ello, no está bien que por ejemplo tire la comida al suelo o la saque del plato. Si de vez en cuando coge la comida con las manos tampoco pasa nada, con el tiempo, viendo comer al resto de la familia los imitará y aprenderá a comer como los demás. No es bueno presionarlo pues debe de ser algo divertido y no negativo. Su hora de comer debe de coincidir con la del resto de la familia para que se sienta integrado en el grupo familiar, si por ejemplo suele utilizar una trona, colocarla al lado de la mesa junto a los demás.
Consejos para los padres - Al principio, ponerse a la hora de las comidas una camiseta o una prenda vieja para evitar manchas indeseadas en la ropa cotidiana.
- Intentar evitar las alfombras o moquetas debajo de la mesa, o en su defecto colocar un plástico protector encima de ellas para que no haya manchas ni salpicaduras. Consejos de alimentación para facilitar que el bebé aprenda a comer solo. - Darle comida que le guste y le agrade. Si se le obliga a comer alimentos que detesta, la hora de la comida se convertirá en algo desagradable.
- Servile la comida en un bol o planto ondo para que le sea más fácil llenar la cuchara. También es mejor si el plato no esta muy lleno.
- Las cucharas de metal tienen un tacto frío y extraño por lo que puede que le resulten desagradables. Al principio se recomiendan las cucharas de plástico especialmente diseñadas para bebés.
- Tener su propio plato con dibujitos y colorido, no es que sea algo imprescindible pero a ellos les gustará más y hará que las comidas sean más divertidas.
- No darle cosas de picar antes de las comidas.
- Establecer hábitos saludables como un horario fijo para las comidas.
- No meterle prisa y darle un tiempo prudencial para comer.
-Acostumbrarlo de pequeño a que las comidas se hacen en un lugar determinado y evitar que sea delante de la televisión. - Ofrecerle alimentos variados. Si hay una comida nueva que no le ha gustado y la ha rechazado, no hay que forzarlo pero hay que hacer varios intentos a lo largo del tiempo pues puede que lo que no le haya gustado hoy lo haga la semana que viene.
Cuando el bebé va creciendo (a partir de los 18 meses más o menos) hay que ir incluyendo en su dieta algún alimento sólido. El uso del tenedor requiere una técnica más avanzada, para empezar están bien los pedazos de fruta como por ejemplo el melón. Tendrá que ser en trocitos pequeños para que le sean más fáciles de comer y manejar. Se recomiendan los tenedores de puntas redondeadas ya que evitaran que se lastime. Hay que tener cuidado con los atragantamientos, la mejor manera para intentar evitarlos es vigilar al bebé mientras come para que no se lleve a la boca algún alimento peligroso para él. Un buen ejemplo de un alimento a evitar sería el queso duro. Cómo saber qué alimentos sólidos puede comer el bebé.
- El bebé puede comer todos aquellos alimentos que se deshagan en la boca o que sean blandos.
- También los alimentos que estén lo suficientemente cocinados como para que se conviertan fácilmente en papilla. Por ejemplo verduras muy cocidas ya que se pueden aplastar con facilidad. Si son frutas o verduras en conserva mirar que no llevan azúcares añadidos.
- Si puede triturar los alimentos con las encías, como por ejemplo la pasta muy cocida, no tendrá problema para comerlos.
- Importante que sean trocitos pequeños.
- Empezar poco a poco con las nuevas texturas. Hay texturas que al principio pueden resultarle desagradables. Por ejemplo para introducirlo en el mundo de la carne se puede empezar con carne asada muy hecha y cortada en rodajas finas. Espero que os hayan ayudado nuestros consejos de alimentación para bebés, ya veréis que poco a poco empezarán a comer por si solos. Si os ha gustado este artículo no dudéis en compartirlo en vuestras redes sociales ;)
Con la llegada del bebé a la familia, la ropa sucia aumenta considerablemente pues los bebés se ensucian mucho y hay que cambiarlos muy a menudo.
Hemos recogido en este artículo varios consejos que llevar a la práctica a la hora de lavar la ropa de los bebés y que ésta sea más duradera y segura para los niños.
Cuando hablamos de los cuidados que hay que dar a la ropa de los bebés, también nos referimos a otros artículos como la ropa de cama, los peluches... todo el textil que vaya a estar en contacto con el bebé.
CUIDADOS PARA PROTEGER LA PIEL DEL BEBÉ: La piel del bebé es muy sensible y delicada por lo que hay que tener en cuenta unos cuidados especiales a la hora de lavar la ropa.
1. Detergente especial
Durante los primeros meses es recomendable utilizar detergentes especiales para bebés o jabones neutros para prendas delicadas y evitar el suavizante o cualquier otro detergente que lleve aditivos.
Cuando el bebé va creciendo se puede probar a lavar con el detergente habitual una o dos prendas y comprobar el resultado, si su piel parece irritada, con zonas enrojecidas, o lo ves incómodo y con picores, enjuaga la ropa unas dos o tres veces y vuelve a lavarla con el detergente especial para bebés hasta que por lo menos tenga un año de edad.
Si vas a hacer la prueba con un detergente normal escoge uno que sea líquido, los que son en polvo suelen dejar restos en la tela mientras que los líquidos se enjuagan mucho mejor.
Muchos padres hacen la prueba y comienzan a usarlo desde el principio ya que en algunos casos los detergentes para bebés no quitan la suciedad tan bien como un detergente normal y además su precio es más elevado.
2. Colada a parte.
La ropa puede lavarse en la lavadora, pero si se hace así, durante los primeros meses es aconsejable lavar la ropa del bebé en una colada aparte de la del resto de la familia, evitando el posible contacto con suciedades o productos peligrosos que pueda contener el resto de la ropa.
3. Doble aclarado.
Mucha de la ropa de los bebés lleva bordados o puntillas o está confeccionada con telas delicadas y en estos casos es aconsejable lavarla a mano para evitar su deterioro. Cuando se lava la ropa a mano es muy importante hacer hincapié en un buen aclarado para que no queden restos de jabón o detergente que puedan irritar la piel del bebé. Y cuando se lava en la lavadora pasa lo mismo, es mucho mejor si se puede hacer un doble aclarado.
4. Lavar toda la ropa antes de estrenarla.
Es aconsejable lavar la ropa antes de ponérsela al bebé por primera vez. Desde su elaboración hasta su comercialización habrá pasado por muchas manos y en el proceso se habrán alojado posibles microbios. Además algunos fabricantes suelen colocar en la ropa productos que realzan su apariencia en los comercios y no son nada recomendables para la piel de los bebés.
CONSEJOS PARA QUE LA ROPA DURE MÁS TIEMPO. Siguiendo unas pautas muy sencillas conseguirás que la ropa de tu bebé no se estropee y dure mucho más tiempo.
1. Manchas difíciles.
La ropa a veces tiene manchas muy difíciles de quitar como por ejemplo las de la papilla o la fruta, y se quitan mucho mejor si se tratan previamente, eso si, deben de tratarse con rapidez para que la mancha no se reseque. Lo primero es absorber o rascar la sustancia derramada (depende de si es sólida o líquida).
Para tratarlas, se dejan a remojo un rato con un poco de agua templada y jabón y luego se frotan con movimientos circulares. Estos movimientos mejor que sean desde el exterior hasta el interior para evitar que la mancha se extienda. Trabajar las manchas por el revés, es decir, por el lado contrario al que se ha manchado, da mejores resultados. Luego lavar la prenda como se haría normalmente.
Ten siempre a mano unas toallitas húmedas pues hacen verdaderos milagros con las manchas recientes.
2. Ropa de lana.
La ropa de lana puede lavarse a mano o en la lavadora, en este caso hacerlo en un programa especial para ropa delicada o lana. A la hora de secar este tipo de prenda se recomienda no tender la ropa pues puede deformarse o estirarse. Lo mejor es dejarla secar en una superficie plana.
3. Ropa delicada.
Como decíamos anteriormente la ropa de tejidos delicados o que lleve puntillas y bordados, deberá lavarse a mano para que dure mucho más tiempo y pueda ponerse como el primer día. Os dejamos un vídeo explicativo muy interesante.
4. Separar por colores.
Otra pauta a seguir es separar la ropa según su color y su tejido. La ropa blanca ha de lavarse solo con otra ropa blanca, si se mezcla con ropa de colores más fuertes ésta desteñirá y estropeará la blanca. Lo mismo pasa con los tejidos delicados, que si se mezclan con tejidos más bastos podrán arañar y estropear los delicados.
5. Tendido.
A la hora de tender la ropa la mejor opción es hacerlo al aire libre, cuanto más estirada se cuelgue una prenda menos habrá que plancharla después. Es mejor tender la prenda del revés para evitar el desgaste del sol y la marca de las pinzas.
Muchas veces tender al aire libre no es posible por el clima o porque se tiene poco tiempo. La secadora es mucho más rápida aunque también desgasta más la ropa y puede llegar a encojerla. Para que esto no ocurra es mejor poner un programa corto e intentar sacar las prendas antes de que estén completamente secas y airearlas.
6. Planchado.
Cuando se planche la ropa de los bebés es mejor que la plancha no alcance temperaturas muy altas pues se pueden estropear las prendas más delicadas. Lo mejor es planchar la ropa del revés protegiendo así la tela y los bordados.
7. Etiquetas de lavado.
Seguir las indicaciones de las etiquetas que acompañan cada prenda de ropa es muy importante pues contienen información imprescindible. Indican mediante símbolos las condiciones de lavado que puede soportar esa prenda en concreto: si se puede planchar, si se puede meter a la secadora, a qué temperatura máxima se puede lavar...
Esperamos que estos consejos os hayan servido y os ayuden a cuidar la piel del bebé y conservar su ropita como el primer día
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